jueves, 10 de marzo de 2022

LOS PRIMEROS QUINCE DÍAS DE GUERRA EN UCRANIA


Alcanzado el decimoquinto día de la guerra, ya tenemos una información más precisa de las capacidades desplegadas por cada bando, de su operativa, logística, de su motivación y de las intenciones militares de ucranianos y rusos. Además disponemos de suficiente inteligencia para conocer las reservas que deberán llegar a Ucrania desde Rusia para mantener el pulso agresor y las que necesitarán los ucranianos para su defensa. Asimismo podemos ver con claridad que la estrategia rusa ha variado enormemente en la última semana con el claro objetivo de generar una profunda crisis en la sociedad civil ucraniana, aunque sea a costa de bombardear ciudades con una amplia mayoría de habitantes rusos, que claramente se están oponiendo a la invasión.


La Fuerza rusa. Sabemos que los mandos rusos decidieron transformar para esta invasión, una vez más, su estructura organizativa de batallones autónomos pensados para una guerra híbrida a la clásica divisionaria en la que cada cuerpo dispone de sus propias capacidades, desde la logística, a la defensa antiaérea, fuego y hombres. Los ciento cincuenta mil atacantes se concentraron en seis frentes y cada uno, con su cuerpo de ataque tipo división. Dos desde Bielorrusia para dejarse caer hacia Kiev desde ambas riberas del Dniéper; un frente hacia Járkov desde la frontera, otro más al norte hacia Konotop siguiendo la M02 para confluir con las fuerzas del norte que ya han tomado Cernikov en el cruce de la E-95 que baja desde el norte con la M02 y cercar Kiev por el este. Otra fuerza desde Rostov hacia Mariupol por los territorios rebeldes y desde Crimea con tres frentes, hacia al este para tomar Berdyaks, el oeste dirección Jerson y Odessa y el norte donde ya han alcanzado la central nuclear de Zaporizhzhia a unos doscientos kilómetros de sus puntos de partida.


Analizando los movimientos de tropas se visualizan dos intenciones claras; asentar el poder ruso al este del Dniéper, de teórica mayoría prorrusa, y dejar a Ucrania sin salida al mar. La pinza sobre Kiev se explica para hacer caer el gobierno y provocar una rápida involución. La ausencia de movimientos y operaciones en el este evidencian que la estrategia inicial rusa es provocar la caída del régimen antes que ocupar la mitad occidental del país. Sin embargo este enorme espacio vital en el Occidente permite a Ucrania disponer de líneas de suministros de armas desde Occidente y reclutar y preparar a los cientos de miles de movilizados, las últimas estimaciones hablan de unos cuatrocientos mil ucranianos armados.


A continuación analizo algunos aspectos concretos de las operaciones de estos quince días.


Escasa intervención de la fuerza aérea rusa. En los dos primeros días de combate la aviación junto a los misiles Iskander, lanzados desde tierra, destruyeron los radares, cegando a la aviación ucraniana que apenas opera unos veinte MIG-29 muy antiguos, así como baterías de misiles SA-300 de defensa antiaérea. Asimismo se atacaron una serie de bases aéreas con escasa precisión y fortuna. Rusia dispone en el teatro de operaciones con unos 300 aviones SU-30 y SU-35. Existen tres posibles razones concurrentes para esta escasa intervención si la comparamos con Iraq en 2003.

La primera es la escasez de munición guiada, de hecho en Siria sólo algunos SU-34 fueron capaces de utilizarlas, y según la inteligencia Occidental, el inventario es más bien bajo. Esto explica el amplio uso de bombas convencionales de escasa precisión. Para conseguir la precisión deseada los aviones de combate deben bajar de los diez mil  pies quedando al alcance de los Stinger que tardan unos cuatro segundos en alcanzar su objetivo. Igual ha ocurrido con los helicópteros. En Siria algunos convoyes era escoltados por helicópteros que sufrieron numerosas bajas por el escaso dominio del espacio aéreo. Finalmente, las bases occidentales de Kolomyja y Starokostiatyniv en el comando occidental desde la que operan los MIG 29 ucranianos no han sido atacadas, y esto explica que después de diez días, todavía Rusia no tiene el control del espacio aéreo. Quizás le quede a Ucrania una semana para perderlo si no recibe aviones operativos.


Los fallos de logística. Una estructura diseñada para batallones de guerra híbrida presenta unos requerimientos de logística totalmente diferentes de una invasión a gran escala. El ratio de unidades operativas y de logística es muy bajo, apenas un efectivo para cinco operativos, lo que ha implicado defectos en el suministro de gasolina, repuestos, talleres, alimentos, munición etc. A medida que se vaya ocupando territorio surgirá el problema añadido de la fuerza de ocupación. Cada vez son menos los hombres rusos que quedan para combatir. Si Rusia no duplica la fuerza hasta unos trescientos mil hombres en los próximos diez días, tendrá grandes problemas para avanzar y mantener asegurada la retaguardia.


La diferente motivación. Según los primeros informes de que disponemos al menos la mitad de las fuerzas rusas son militares que están cumpliendo con su servicio militar obligatorio, no son profesionales y sus edades ronda entre los dieciocho y veinte años; con apenas unos cuatro meses de entrenamiento y desplegados durante meses en campamentos  a muchos grados bajo cero. No comparten en una gran parte ni la misión ni están preparados para el combate como agresores. Los ucranianos no sólo están motivados en la defensa de su país, sino que conocen el terreno y al menos en el peor de los casos están equiparados en experiencia a los rusos. A medida que los combates sean más duros y agresivos, podremos ver cómo esta situación afecta negativamente a la moral del atacante.


El retraso en alcanzar los objetivos puede cambiar el curso de la guerra. Si analizamos el mapa, Rusia apenas ha conseguido entrar en el sur más de doscientos kilómetros, mientras que los avances en Oriente y Norte son inferiores a 100 kilómetros, debido sobre todo a la mala planeación de las operaciones y los medios. En estos quince días, Ucrania ha tomado conciencia de la realidad, ha conseguido reclutar una fuerza que seguramente hoy triplica a la rusa y ha recibido una cantidad ingente de material muy apropiado para la defensa del territorio, y que no requiere de preparación. Mi hijo de diez años era capaz de manejar el C-90 en el simulador con cero experiencia. Ucrania necesita armamento ligero y de alta movilidad para vencer al pesado y lento ejército ruso, y cada día que pasa, Ucrania está mejor preparada y Rusia peor.


El equipamiento ruso. Mucho se ha hablado en estos días de que Rusia no está usando su mejor armamento en Ucrania, y se citan muy diversas razones. Pero la realidad es que los programas de rearme ruso han chocado en los últimos quince años con la burocracia, la escasez de presupuestos y el déficit tecnológico en muchos campos. El programa de armamento (SAP 2008-2017) según los datos del propio ministerio ruso sólo alcanzó en 70% de sus objetivos, debido sobre todo a los bajos precios del petróleo y el gas en el periodo, un 30% inferiores a los previstos en el programa. Hay áreas donde no se alcanzaron ni el 20% de sus objetivos.


Si nos fijamos en el armamento terrestre apenas se han modernizado unos cientos de plataformas T-72 hacia el T-72B3 y B3M y en menor medida los T-90M. Sin embargo los programas de nuevas plataformas no han sido exitosas- Del T-14, apenas se han entregado unas docenas de unidades y el T-15 IFV sigue en pruebas con numerosos problemas. Se recibieron algunas baterías del autopropulsado de 155 mm Koalitsiya y se han modernizado unas doscientas unidades de los antiguos de 203 mm que si están en operación en Ucrania En el campo de misiles y unidades lanza cohetes, los avances han sido más significativos. Los iskander con un alcance de 500 kilómetros han sido desplegados, y se han modernizado el MLRS BM-30 y el BM-21 Grad. En cuanto a los blindados sobre ruedas se han realizado mejoras muy limitadas sobre los BTR-80.


En cuanto a las fuerzas aéreas, el anterior programa de modernización, con el reemplazo de las viejas plataformas SU-27 y MIG_29 por los nuevos SU-34 y Su-30 ha sido muy lento. También se ha abordado la modernización de las flotas de helicópteros con los Mi 28N Havoc y el K-52 de ataque Hokum, mientras que la flota de transporte de ala rotatoria descansa sobre los viejos Mi-26 y Mi-8 y la de transporte sigue siendo muy antigua.


Es decir, que los tan cacareados nuevos sistemas de armas o no existen, o no se han integrado en las unidades o sufren enormes retrasos. Podríamos decir que Rusia es un gigante militar que desprovisto del armamento nuclear sería derrotado si se empeñara en una guerra más amplia contra la OTAN.

 

El equilibrio de fuerzas. El gran error ruso es que no planteó la operación como un  torrente de fuerza y rapidez para destruir la capacidad militar ucraniana y derribar al gobierno, también es cierto que nunca en su historia han sido capaces de alcanzar esta experiencia. Básicamente Rusia le ha cedido a Ucrania dos semanas para prepararse y el 90% del territorio nacional. Disponer de fuerza aérea o de elementos pesados de combate no les serviría a los ucranianos, ya que serían rápidamente detectados y eliminados, de ahí que todas sus posibilidades de defensa se basen en armamento ligero y fácilmente desplegable. El problema es que les exige acercarse muchos a las unidades rusas, pero éstos se ofrecen a pecho descubierto lo que les está produciendo pérdidas enormes, casi un diez por ciento de los carros y blindados rusos están dañados o inmovilizados. No obstante, la victoria ucraniana depende de un flujo continuado y creciente de material desde Occidente, y necesitan mejorar su capacidad antiaérea de más alta cota, artillería ligera 106mm, morteros 81mm y sobre todo granadas y munición. En este tipo de enfrentamiento con su superioridad numérica sus opciones ganan sustancialmente. Los bombardeos rusos apenas están dañando a esta capacidad de combate.


¿Cuáles son los escenarios para las próximas semanas?. Si Ucrania resiste y dispone del oeste del país para suministrarse de armas y es capaz de organizar una resistencia interna en las ciudades ocupadas, veremos una guerra larga, quizás meses, con una brutal represión en las zonas ocupadas y que seguramente culminaría con un gran despliegue de destrucción por parte de Rusia, o un cese de actividades militares para hacer una Ucrania inviable a medio plazo, algo parecido a lo de Chipre.

 

Rusia siempre ha utilizado el terror para amedrentar a la población civil y crear un sentimiento de resignación ante la derrota, y en esta clave se entiende la destrucción perfectamente definida de ciudades y de ataques a la población civil. Sin embargo, si bien podrían matar a decenas de miles de ucranianos, están generando una reacción internacional y en la propia Ucrania de mayor resistencia. Por lo que me cuentan mis amigos rusos, ya es voz pública en Rusia los miles de muertos y la destrucción que están produciendo las tropas rusas, lo que está haciendo que el apoyo a Putin esté cayendo en picado.

 

El gran riesgo de Ucrania es que caiga la capital y el presidente desaparezca, sin que seamos capaces de definir cuál sería la motivación de los soldados ucranianos en este caso; la supervivencia de Zelenski en el conflicto es clave para la motivación propia y el mantenimiento de la ayuda internacional.

 

Quizás si la guerra se alarga demasiado y Rusia teme que, si se le va la mano, habrá reacción Occidental, propondrá una paz rápida requiriendo la neutralidad y el reconocimiento de la anexión del Donbass y Crimea. Si las tropas rusas se atascan en la toma de Kiev, llegan las lluvias, y son incapaces de avances significativos sobre el terreno, los ucranianos tendrían una oportunidad incluso para recuperar territorio. En definitiva, si antes de comenzar la invasión nos imaginábamos un 1940 con la Blitzkrieg, ahora estamos en 1942 en el Alamein y Stalingrado, es decir podría cambiar el curso de la guerra, pero todavía con resultado incierto. Estamos como diría Churchill en sus memoria de guerra en “el gozne del destino”.

 

 

Día 11 de marzo 2022

 

 

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domingo, 6 de marzo de 2022

ILYIN: EL LOCO IDEÓLOGO DE PUTIN


En las últimas semanas asistimos a una discusión sobre el estado mental de Putin y  la naturaleza de su ideología. La buena noticia es que Putin no actúa por impulsos, la mala es que su ideología es tan aberrante como “Mein kampf” o el “ Libro Rojo”

El gran ideólogo del fascismo cristiano ruso, Ivan Ilyin, nació en 1883 y murió olvidado en Suiza en 1954, después de haber escrito numerosos libros que cayeron casi en el olvido. Cuando Putin personalmente se encargó de trasladar sus restos a un monasterio que había acogido a la sede de la seguridad de los soviets, donde se hallan los restos de miles de víctimas, nació el neofascismo cristiano ruso, inspiración ideológica de Rusia Unida y su ideología oficial nacional-conservadora y de su presidente, Vladimir Putin. 

 

La filosofía de Ilyin influyó en numerosos jerarcas postcomunistas, aunque su mayor defensor y propagador fue el intelectual y director de cine Nikita Mijailov, hijo del autor del himno de la Unión Soviética, que escribió numerosos artículos sobre Ilyin y que tuvo la idea de transferir los restos de éste al monasterio de Donskoy, donde el filosofo había soñado tener su última morada. En 2005, se reeditaron en Rusia en veintitrés volúmenes sus obras, por si tienen interés en conocer más de cerca al personaje y disponen de tiempo.

 

Después de abandonar la Unión Soviética, afirmaba que la única esperanza de Dios era que una nación justa siguiera a un líder hacia la totalidad política y que comenzara la redención del mundo, estaba claro a qué se refiere. Podría ser un digno heredero de Rasputín, ya que combinaba a Freud, que entendió que el problema de Rusia era de inocencia sexual, con Hitler y con el fascismo italiano, vamos una mezcla explosiva. Terminada la guerra, se distanció del fascismo y regresó al autoritarismo de corte comunista como única solución a los eternos problemas de Rusia.

Ilyin estaba convencido de que los gestos audaces de líderes audaces podrían comenzar a deshacer el carácter defectuoso de la existencia. En su aberrante visión, las democracias habilitaron al comunismo y por eso deben ser destruidas. La única forma de erradicar el mal es eliminar a la clase media y destruir la sociedad civil transformándola en una conciencia de sumisión nacional, y de ahí lo poco que le preocupan a Putin las sanciones, van a ser el instrumento para eliminar a eses gran enemigo de los totalitarismos que es la clase media.  Por esa razón, Ilyin abogaba por la destrucción de los gobiernos soviéticos y europeos y veía en la llegada del fascismo ese “ acto de salvación” . Incluso abrazó el antisemitismo que Putin destila cada vez que habla de Zelenski, alabando la idea judeo-bolchevique que unía ideológicamente a los blancos que se opusieron a la revolución con los nazis y que no nos es tan desconocida. El pobre y religioso, casi esotérico, campesinado ruso vio en los judíos el enemigo que los alejaba de Dios. 

Siempre aludía a la “inocente Rusia”, rodeada por enemigos que pretenden aprovecharse de ella, sin que ésta tenga al líder que la haga respetar entre sus expoliadores. Para Ilyin, el mundo era corrupto y necesitaba de una redención y es la Rusia inmaculada la llamada a satisfacer esa necesidad divina. Argumentaba que Rusia siempre estuvo sometida a un bloqueo continental  lo que le había obligado a una autodefensa inaceptable. Es decir, se vinculaba a la misma falacia creada por el partido comunista de que el mundo deseaba que el estado soviético pereciera.

Según interpretaba Putin a Ilyin en un discurso de 2014, “Libertad para Rusia no significaba libertad para los individuos sino que los rusos se sientan libres de formar parte de un todo”, obviamente es un concepto de libertad muy ajeno al nuestro. Con el control de los medios arrebatados a los oligarcas, Putin comenzó en 2005 a rehabilitar a Ilyin como su ideólogo, y Vladisvav Surkov, el Goebbels de Putin, encontró una ideología con la que bombardear al pueblo ruso y a sus agentes por todo el mundo. Medvédev, llamado a perpetuar a Putin cuando éste sea presidente emérito en 2036, siempre exhorta a los jóvenes a leer a Ilyin como si fuera el Libro Rojo y es citado continuamente por las autoridades religiosas y políticas.

Hace años conversaba en Moscú con un alto funcionario comunista de la Unión Soviética, ya mayor. Explicaba que el fracaso de la URSS se debía a que Dios les había castigado y que por eso entonces todos los comunistas iban a misa diaria. Putin representaba los modos y maneras del estalinismo, pero ahora abrazados a una causa nacional ortodoxa. Putin, me decía, había conseguido por fin una ideología autoritaria que superaba a los dos extremos, con el objetivo final de la supremacía del estado sobre el individuo, y por eso encuentra adeptos en los populismos de todo signo, sin reparar en medios.

Cuando Putin regresó en 2012, decidió llevar a cabo el mandato de Ilyin, acabando con el estado de derecho para perpetuarse en el poder y culminar la obra sin las ataduras que debían destruirse para evitar la corrupción del inocente pueblo ruso. Cuando Rusia invadió Crimea, fueron enviados a todos los gobernadores y pro-rusos de Ucrania “las tareas de Rusia” obra del Carl Schmidt de Putin. Hoy aprovechando el viento de la guerra está convirtiendo a Rusia en una autocracia.

¿Y qué ha dicho Putin basándose en los libros de Ilyin? En Izvestia, en octubre de 2011, anunció la creación de una Unión Euroasiática que reuniría a los estados que no habían logrado establecer el estado de derecho, entendido a su manera (Ucrania). En 2012, citando también a Ilyin, señalaba la necesaria integración entre estados, más como una virtud que como un logro. En Moskovskie Novosti, en febrero de 2012, Putin  expuso las conclusiones políticas “ Rusia como organismo espiritual no sólo sirve a las naciones ortodoxas, y no sólo a las naciones de Euroasia, sino a todas las naciones del mundo. Esta es su confluencia con el comunismo soviético, no se trata solo de la hegemonía sobre Europa, sino que tiene una visión mundial, de transformar el mundo como si él fuera el gran arquitecto.

Putin predijo que Euroasia superaría a la Unión Europea y que uniría a sus miembros en una entidad más grande desde Lisboa a Vladivostok”. Así que aquí tenemos definidas las ambiciones de Putin sobre Europa.

Según un artículo publicado en 2018, de Timothy Sneider, biógrafo de Putin en su obra The Road to Unfreedom: Russia, Europe, America (Penguin 2018) del que he tomado muchas referencias, la campaña rusa contra la decadencia de la Unión Europea iniciada en 2013, está de acuerdo con esta cosmovisión de Ilyin. Éste personaje tildó a Rusia de homosexual, posteriormente se sometió a terapia de psicoanálisis con su novia y luego culpó a Dios. A su vez, Putin primero se sometió a fotos cazando o con pieles, luego se divorció de su esposa y finalmente culpó a la Unión Europea por la homosexualidad rusa que él está llamado a erradicar. 

 

La llegada de Putin al poder en 2012 desde dentro como Hitler en 1932, supuso el paso de las formas legales al colonialismo en sus relaciones con terceros países. El propio Ilyin aludía a Ucrania y Rusia como un solo pueblo, y por eso Putin anexionará a Ucrania, tal como dijo en su discusión de declaración de guerra. Cuando Ucrania tomó el camino de Europa, ordenó la matanza de manifestantes y cuando su aliado Yanukovich perdió el poder, sentenció a Ucrania a la que acusó de poseer todos los males del corrupto Occidente siendo encima el origen de la religión oxtodoxa.

En la justificación de la anexión de Crimea ante la Duma, Putin volvió a citar a Ilyin y a la creación de un todo orgánico basado en los principios de este loco que hoy domina las mentes de los jerarcas del Kremlin. El comandante ruso que dirigió a las tropas en el este de Ucrania sentenció, siguiendo al gran líder espiritual, en 2014 “ si el mundo se salvara de construcciones demoniacas como los Estados Unidos, sería más fácil para todos vivir, Y uno de estos días sucederá”. 

En el fondo, este neofascismo no es muy diferente del comunismo que tanto criticó. Son dos "religiones" que tienen una ambición universal, que ven en la libertad una amenaza y en los derechos de los pueblos un obstáculo a la necesaria redención del mundo ordenada por Dios o por Marx. Y por eso Putin encuentra tantos adeptos entre los neofascismos en Occidente y entre los totalitarios populistas de aquí y de allá.

En estos días, Putin está dando un autogolpe de estado en Rusia, las leyes que se están aprobando conducen a la dictadura y a la eliminación de las clases medias como el mayor seguro, tal como escribió Lenin, para perpetuarse en el poder. Es como si Laurenti Beria hubiera tomado el poder en Rusia.

Los amenazados somos el mundo de libertades, igualdad y derechos nacido en 1945, y las ambiciones de Putin son claras. Y lo más aberrante y peligroso de toda esta situación, es que un perfil como el descrito encaja con la liberación del mundo con el holocausto nuclear, si es necesario. Así que mejor pongámonos manos a la obra y paremos esto antes de que sea tarde para TODOS.