miércoles, 18 de febrero de 2015

LAS REFORMAS ECONÓMICAS QUE ESPAÑA NECESITA


Introducción.

España se encuentra ante una situación económica que si bien se presenta positiva en términos de crecimiento para 2015 y seguramente para 2016, todavía arrastrará por mucho tiempo algunos de los desequilibrios ocasionados por la crisis. Los dos más significativos son el fin del modelo de crecimiento económico de los últimos veinte años basado en un incremento de la inversión pública y la construcción privada, ésta ultima amparándose en un incremento del crédito no antes conocido basado en unos tipos de interés muy moderados y una alta rentabilidad de negocios poco sostenibles en el tiempo. El segundo desequilibrio importante ha sido consecuencia de los déficit públicos acumulados desde 2007 hasta el momento presente, que suponen acumulativamente 60 puntos porcentuales de PIB. Es decir, el estado para hacer frente a sus gastos ha debido pedir prestado a los mercados 600.000 millones de Euros desde 2008, llevando la tasa de endeudamiento al 100% del PIB.

Pero España, incluso si fuera capaz, profundizando en el modelo clásico productivo de generar tres millones de empleos netos, para alcanzar tasas de empleo previas al comienzo de la crisis, continuaría teniendo unos cimientos muy débiles que no harían sostenible un estado de bienestar a largo plazo. Un país que solo puede basar su crecimiento en el consumo privado de consumibles, difícilmente será capaz de mantenerse entre los países líderes del mundo en políticas de bienestar.

Este documento por tanto separa dos tipos de medidas; aquéllas que permitan consolidar el crecimiento y enfocar un camino de salida de la crisis, y otras estructurales, que requieren de unos consensos políticos que difícilmente pueden darse en medio de la recuperación, ya que exigen del sosiego de una situación económica más estable. Uno de los problemas básicos de España en su historia ha sido no aprovechar los momentos de bonanza para hacer las reformas necesarias, y es solo en circunstancias de profunda crisis y por tanto sin recursos suficientes, cuando se plantean modificaciones, que a largo plazo acaban siendo perniciosas para la economía por la debilidad de los consensos y sus fundamentos.


Este documento aboga por básicamente la continuidad de unas políticas que permitan un crecimiento neto en empleos año para este año y el siguiente de 500.000 anuales. En una senda de crecimiento y con una reducción de las tasas de desempleo hasta el 18% de la población activa, que sigue siendo una barbaridad, podrán entonces enfocarse medidas absolutamente necesarias que permitan mantener a España entre las grandes economías mundiales con menores desequilibrios y continuar una senda de descenso del desempleo

Obviamente un documento de esta naturaleza, no puede aislarse de las ideologías por más que ahora los pragmatismos pretenden erosionar la importancia de las ideas. Este documento se basa en una concepción económica sobre tres pilares: la preeminencia del individuo sobre la colectividad; la reducción del peso del sector público en la economía y la defensa de la iniciativa privada. Desconfío de soluciones basada en un golpe de autoridad, o en políticas supuestamente redistributivas que no generan ni más justicia ni un reparto mas equitativo de la riqueza o en aquellas que pretenden dirigir la vida de los ciudadanos, que a la postre deben ser los grandes protagonistas de los cambios económicos que el país necesita.

Medidas para salir de la crisis.

Teniendo en cuenta que al menos para el próximos bienio continuaremos con un escenario de política monetaria expansiva, baja inflación y costes de la energía menores que la media de los años anteriores, los principales instrumentos del gobierno para acelerar la salida de la crisis serían los siguientes.

Política fiscal.
Teniendo en cuenta la bajada del precio del petróleo y su impacto sobre la economía generando más recursos en manos de los consumidores y empresas, y tras la reciente reforma del IRPF, no son aconsejables reducciones de impuestos adicionales, en ninguna de las distintas figuras impositivas. Es necesario que el crecimiento económico nos lleve a incrementos de la recaudación por encima de la tasa de crecimiento económico y fundamentar sobre este gap la reducción del déficit público. Obviamente toda reducción del fraude fiscal es necesaria y la asignación de más recursos de los que ya existen dentro de las administraciones públicas para reducir la defraudación es crítica, pero solo en un entorno de crecimiento económico aflorarán a la realidad del mercado, actividades que hoy permanecen al margen del sistema.

Si alguna figura debiera retocarse sería sin duda la cotización de autónomos que generarán más del 50% del nuevo empleo en los dos próximos años. Una reducción de cuotas con modelos de incremento de cuotas basados en crecimiento de la facturación, sería un factor dinamizador de enorme importancia.

Política presupuestaria.
El gobierno debe continuar con el esfuerzo de recorte del gasto público, especialmente en las partidas de gastos corrientes. Es absolutamente imprescindible que España deje de incrementar la deuda pública, y todavía nuestras tasas de déficit son extraordinariamente altas. De ahí que aprovechando la coyuntura de deflación, se mantengan los sueldos y pensiones con mínimos incrementos, salvo para la corrección de ciertas desigualdades. Es necesario que las administraciones puedan entrar en ahorro después de cuatro años de crecimiento económico para reducir la carga de la deuda. Los pagos por intereses continúan siendo la segunda partida más alta de los presupuestos, limitando la capacidad de asignar recursos para incrementos de sueldos, pensiones o inversiones públicas.

El crecimiento de la recaudación en tasas del 4% y la contención del gasto nos deberían permitir una reducción significativa del déficit público. Una conversión lo más masiva que se pueda, tal como ha venido haciendo el Tesoro para cambiar deuda vieja y cara por deuda nueva y barata será un elemento dinamizador.

La compra de deuda por el BCE, coadyuvará sobremanera a esta medida, ya que el gobierno no necesitará drenar recursos del sistema para atender sus compromisos de deuda, lo que sin duda aliviará de forma muy sustancial el desequilibrio presupuestario y ayudara a mantener políticas sociales en momento de  crisis que afectan de manera muy especial a colectivos muy desamparados por el sistema. Asimismo generarán mas liquidez a los bancos que deberán poner dichos recursos en el sistema de crédito para obtener una mayor rentabilidad.

Medidas estructurales
Una de las mayores urgencias que tiene nuestro sistema económico es reducir el endeudamiento de familias y empresas, que aunque se está reduciendo, sigue estando a tasas muy altas. En la situación actual con un 100% del PIB de deuda pública y un 200% de deuda privada; una recesión nos dejaría fuera del Euro y sometidos a un rescate que seguramente ningún país podría abordar para salvarnos.

La renegociación incentivada de créditos de familias y empresas ahora que los bancos pueden financiarse en condiciones de coste cero, aliviaría esta carga y permitiría a las empresas adoptar políticas más expansivas. En la actualidad da igual que haya dinero para crédito si las empresas y familias no tienen más capacidad de endeudamiento y no hay crecimiento económico.

Una segunda medida que básicamente que se puede adoptar en un corto plazo, es una adecuada selección de las inversiones del Plan Junker.  Hay que evitar malgastar esos fondos en proyectos que generen mucho empleo a corto plazo pero poco valor añadido; no es ésta su función. Necesitamos dedicar una buena parte de sus recursos a la infraestructura energética, especialmente a las conexiones y gasoductos y a las conexiones ferroviarias internacionales, especialmente la conexión con Lisboa y con África.

Crecimiento del empleo
El crecimiento del empleo requiere de dos elementos básicos; un alto índice de confianza de los empresarios en el futuro económico y un marco regulatorio que ayude a la creación de empleo y no al contrario. En materia laboral, no se puede modificar la estructura económica de un país a golpe de decreto. La alta estacionalidad de muchas actividades económicas como el turismo, agricultura o el comercio, aconsejan mantener modelos de contratación que permitan atender esta realidad. Cualquier intento de negar legislativamente esta realidad, generará más desempleo y más economía sumergida.

Dicho esto existen un compendio de posibles medidas que incentiven la creación de empleo; reducir cargas sociales para nuevas contrataciones; fomentar mediante créditos fiscales la menor temporalidad de los contratos, dejar que los parados elijan su modalidad de formación y dispongan de recursos líquidos. La reforma laboral, con sus imperfecciones ha permitido que la economía creciendo a tasas del 1% haya generado en 2014 más 400.000 empleos. Corregir algunas deficiencias sí, pero sin alterar sus principios es básico para mantener esta senda de crecimiento en el empleo.

Medidas para un crecimiento económico sostenible.

Sin embargo, las medidas anteriormente citadas, son de choque, con el fin de conseguir reducir la tasa de desempleo al 18% pero sin aspirar a fuertes crecimientos que raramente en los próximos veinte años superaran el 2% en cada año. Por tanto sin unas reformas estructurales, la economía española no será capaz de dar trabajo a todos sus habitantes de forma sostenible y no podrá hacer frente al principal problema económico que tendremos a futuro, el envejecimiento poblacional, que hará quebrar el sistema de pensiones y de salud si no se toman medidas de amplio calado, pero que requieren de un amplio consenso social y político

A continuación se plantea un decálogo de áreas en las que son necesarias reformas estructurales profundas y que se deberán definir en los próximos años con el fin de permitir su implementación progresiva sin mucha dilación.

Reforma de la Justicia.
El colapso de la justicia es un hándicap de enorme magnitud que lastra el desarrollo económico. Las dudas que genera acudir a los tribunales para defender los derechos de un individuo o de una empresa, de un acreedor, de una asociación etc., unido a los costes de litigación que siguen siendo muy altos, producen un debilitamiento de las instituciones sobre las que se basa el desarrollo económico y social. Sin duda, las reformas y los recursos son necesarios en todos los campos, pero lo más urgente es implementar reformas que permitan una rápida decisión de procesos ligados al mundo laboral y del tráfico mercantil. Este es el verdadero talón de Aquiles de nuestro sistema judicial y el que impacta de manera más negativa en nuestro sistema productivo. La sustitución de organismos jurisdiccionales por arbitrajes que puedan adoptar decisiones ejecutivas será un elemento esencial de esa transformación.

Reforma del sistema de pensiones.
El sistema de pensiones, debido al terrible impacto de la crisis así como al envejecimiento progresivo de la población, está gravemente amenazado. Los bajos tipos de interés de los últimos años están perjudicando a los fondos privados que apenas obtienen rentabilidad para sus asociados. La temporalidad y la tasa de paro llevan al convencimiento de que solo un porcentaje muy pequeño de trabajadores podrá acceder al 100% de su pensión, dados los requerimientos actuales, que por otra parte no se pueden flexibilizar. Tener dentro de treinta años una población jubilada equivalente a un tercio con pensiones muy bajas, supondrá una crisis social y económica de enorme magnitud. Aunque el margen de maniobra es muy pequeño, existen al menos algunas medidas básicas: prolongar la edad de jubilación forzosa por encima de los 68 años; en caso de jubilaciones con menor edad deberán las empresas asumir el 100% del coste de este adelanto para que no repercuta sobre el erario público. Una deducción mayor para los ahorros de los trabajadores para sus pensiones, también será un requisito necesario para hacer algo más sostenible el sistema. La compatibilidad de la pensión con determinadas actividades laborales, sea a tiempo parcial o de trabajo en domicilio, también ayudará a las personas jubiladas a mantener una mejor calidad de vida.

Plan de I+D
Los presupuestos de investigación, desarrollo e innovación se han reducido en los últimos años de una forma muy agresiva, con las implicaciones que tiene recortar programas con largos periodos de maduración. Es necesario retomar la senda de crecimiento de estos presupuestos, pero deben corregirse algunas deficiencias del sistema actual. Por una parte, debe eliminarse la cultura de la subvención y las empresas beneficiarias deberán compartir riesgos con la Administración. Estos programas no pueden convertirse en un objetivo económico en si mismos, deben dirigirse a la obtención de beneficios mayores. También es necesario dirigir las prioridades; no se puede abordar todo lo que la sociedad demande, y por tanto habrá que priorizar recursos para los sectores de mayor innovación y futuro y que sirvan para fortalecer nuestras capacidades industriales.

Reforma de la educación.
Sin duda uno de los mayores y más importantes talones de Aquiles de nuestro sistema productivo. Siendo conscientes de la baja calidad del sistema a la vista de los resultados, es necesario abordar reformas, pero las necesarias no tienen que ver con contenidos ideológicos o con el sistema de becas o con la duración de las clases. El actual modelo de educación privada, concertada y pública, permite ofrecer a las familias un amplio abanico de oportunidades. Para las dos segundas, sí es necesario una reforma más en profundidad, pero todos deben afrontar cambios de dirección.

Cuatro son las principales carencias a nuestro juicio: idiomas, mundo real, formación profesional y criterios de competitividad y excelencia.

El conocimiento de idiomas es una gran carencia, que en caso de suplirse abre unas expectativas laborales muy importantes, especialmente para un país que recibe 60 millones de turistas al año. La puesta en marcha de colegios bilingües es importante pero continúa teniendo la carencia de la falta de capacidad del profesorado. El gobierno debería buscar los acuerdos internacionales que permita programas de intercambio masivo de profesores españoles por otros extranjeros, de manera que también se incentive el conocimiento de nuestra lengua fuera. Es necesario incrementar sustancialmente el número de profesores extranjeros en todos los niveles educativos.
Lo que denominamos mundo real es una panoplia de conocimientos que siendo de uso común en la vida diaria, apenas se conocen por los estudiantes. Se tiene la sensación de que muchas materias se enseñan para ser olvidadas. ¿Qué incluimos dentro de este paquete?: cálculo financiero; mecanografía; bricolaje; cocina; estrategias de negociación, oratoria; teatro, baile, limpieza de la casa. Las implicaciones sociales y de formación humana de estas actividades resultarán esenciales para el desenvolvimiento de los jóvenes una vez sean adultos

Formación profesional. No solo se requiere una mayor valoración social de ésta , sino que además debe ser la opción mayoritaria de formación. Por cada licenciado universitario necesitamos tres profesionales, y sin embargo tenemos un sistema que tiende a invertir la proporción. Las inversiones y los acuerdos con PYMES para colaborar en la formación deben ser unos instrumentos básicos en la reforma de este sector clave.

Introducir criterios de excelencia supone discriminar a los mejores de los que no lo son. No solo la universidad debe ser para los mejores sino que las mejores universidades deben ser para los que estén dispuestos a afrontar los retos. Para ello es necesario desmitificar la necesidad del título universitario para triunfar en la vida; es necesario un sistema de becas que incentiven y premien el esfuerzo y los resultados; es necesario una universidad pública competitiva. Sólo de esta manera las mejores universidades podrán atraer a los mejores alumnos. La universidad pública es muy costosa para la sociedad y no puede convertirse ni en un medio de vida para los estudiantes ni en una transición hacia un empleo que no tenga que ver con su formación.

Los criterios de selección del profesorado terminando con las endogamias departamentales; una universidad más abierta, con altos niveles de exigencia a profesores y alumnos, es el modelo universitario, que a nuestro juicio, necesita la sociedad.

Reforma del sistema nacional de empleo.
Desde la creación del INEM, lo que hemos venido teniendo en nuestro país ha sido un servicio nacional desempleo, orientado a pagar a los parados y a generar cursos de formación que han fracaso de una manera absoluta. Es necesaria una transformación que le devuelva su fundamento, ser una herramienta al servicio del empleo. Para ello debe tener instrumentos como la capitalización del seguro de desempleo para una inversión empresarial con ventajas en términos de cotizaciones sociales; establecimiento de líneas de microcréditos para parados; asignación de los recursos de formación a cada desempleado; la creación de nidos empresariales donde se ofrezca a los emprendedores una oficina, un laboratorio para comenzar una actividad. Las posibilidades son enormes. Inscribirse en el INEM debe ser percibido como una ventaja y no como una pérdida de tiempo.

Reforma del sector público.
Necesitamos un sector público más pequeño y más ágil, que aproveche economías de escala, basado en el principio de ventanilla única y que se beneficie de la estructura que aportan la sociedad de la información y las redes sociales. Entre las principales medidas estaría la supresión de todos los ayuntamientos de menos de 2.500 habitantes, formándose concejos o mancomunidades que agrupen a  núcleos de mayor población; supresión de diputaciones provinciales; privatización de sociedades estatales y empresas públicas en todos los niveles de administración; desinversión del estado en las empresas; agrupación de organismos autónomos; reducción del número de altos cargos, reducción del número de organismos asesores. Los ahorros de estas medidas serían sin duda muy importantes y de gran impacto al tratarse de gasto estructural.

Plan de innovación industrial.
El modelo económico del pelotazo ha perjudicado mucho a la industria. Un hecho significativo es que las tasas menores de paro a nivel nacional se encuentran en las comunidades con mayor participación de la industria en la economía. El incremento de costes de todo tipo de producción en China debería permitir una renacionalización de muchas actividades que fueron deslocalizadas a Asia en los noventa. El abaratamiento de la energía, la aportación de suelo industrial, créditos blandos para el desarrollo industrial, el fomento de la inversión industrial internacional, sin duda coadyuvarán a este objetivo de manera que la producción industrial puede llegar a los niveles de mediados de los años noventa, cercanos a una participación en el PIB del 20%.

Plan de internacionalización de la empresa.
España ha tenido históricamente un gran lastre para su economía que la crisis ha borrado del mapa pero que con el crecimiento actual regresa con fuerza. España tenía el saldo exterior comercial más deficitario del mundo en términos del PIB. Ello es debido a un consumo que se basa en las importaciones, lo que tiene mucho que ver con el desmantelamiento industrial, y unas exportaciones que no compensan este déficit. La empresa española tiene un gran reto para internacionalizarse y competir en condiciones de mayor igualdad con sus competidores europeos principalmente. Para ello, se proponen medidas como sustituir las consejerías y agregadurías comerciales por un modelo de agencia similar a Innovation Norway, donde se deben prestar servicios menos burocráticos y más activos y con recursos financieros para apoyar la mayor internacionalización. Una modificación del régimen de aseguramiento de la exportación que apoye las exportaciones de las empresas, flexibilizando muchos de sus requisitos actuales y dotándolo de mayores recursos. Regreso a unas fórmula de crédito concesional orientado al apoyo a la empresa bajo control nacional en lugar de su transferencia a organismos internacionales que velan por intereses más globales. Finalmente una diplomacia económica que proteja los intereses y las opciones de las empresas españoles con una involucración personal de todas las autoridades del estado.

Plan energético
España tiene un déficit energético que se cubre con la importación de electricidad desde Francia con un coste mayor para las empresas. España debe plantearse la renovación de su capacidad nuclear como la alternativa mas eficiente para la autosuficiencia y reducir la dependencia petrolera y gasera de países muy inestables como Irán, Rusia, Argelia, Libia Irak.  Con el fin de permitir un acceso más igualitario y barato a la energía para las familias con menores ingresos y para las empresas que creen empleo deberán deducirse de sus recibos la moratoria nuclear, la compensación a las renovables y otros conceptos que deberán ser asumidos por el estado, quizás con la emisión de bonos a largo plazo que permitan, aprovechando las condiciones del mercado, reducir esa importante carga que daña nuestra competitividad

Reforma fiscal
Si bien el margen de maniobra de impuestos dentro de la Unión Europea es muy limitado y debería tenderse a una mayor homogeneidad de modelos y tipos impositivos, sí se considera una reducción de las cargas sociales que dañan la creación del empleo compensándose con la creación o incremento de otros impuestos como patrimonio, tasa Tobin, impuestos ecológicos, etc. De esa manera se reduce el impacto sobre el aparato productivo y no hace depender tanto el sistema de protección social de la situación del empleo. Por ejemplo pensiones no contributivas; subsidios a parados de larga duración, asistencia sanitaria básica, deberían tener un mayor porcentaje de financiación vía impuestos.

Plan Turismo
Siendo el turismo la principal actividad económica de nuestro país, debería ser objeto de una atención preferente por parte de los poderes públicos. Es necesario renovar la infraestructura hotelera y de apartamentos de costa que comienzan a sufrir el envejecimiento en muchos casos. Es necesario dotar de líneas de crédito para estas inversiones; es necesario un plan de formación para empleados de este sector durante los meses de baja temporada; es necesario mejorar la calidad de los servicios de hostelería. España no puede permitirse que su tasa de crecimiento de turistas sea negativa y deberá realizar un esfuerzo muy importante para ofrecer un producto variado, adecuado a todos los bolsillos, de menor temporalidad y mayor calidad.

Conclusiones.

Este es un documento abierto, que seguramente deja sin tocar otros muchos temas que tienen un impacto económico evidente. Sin embargo, desde una óptica del liberalismo radical o igualitario, la consecución de estas medidas supondrían un cambio enorme en nuestra estructura productiva garantizando una mayor sostenibilidad del modelo a largo plazo. Sin duda el principal obstáculo serán los intereses corporativos, de ahí que sin la concurrencia de todos los agentes implicados en cada reforma, difícilmente van a salir adelante y mucho menos van a ser sostenibles. Por eso es necesario un partido abierto al diálogo, sin posiciones maximalistas, dispuesto a confrontar ideas pero que tenga claros los objetivos y que esté dispuesto a luchar por su consecución.


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