viernes, 27 de mayo de 2016

VENEZUELA: LA SEGURIDAD DE ESPAÑA AMENAZADA



Si existe una función primordial, esencial y única que corresponde a todos los gobiernos por encima de todas las demás, es proporcionar seguridad a sus ciudadanos. Desde los más lejanos tiempos, los hombres y mujeres hicieron una cesión de su soberanía personal a entes supra individuales por una sola razón, estar más seguros. Cuando un gobierno se olvida de proporcionar seguridad a sus conciudadanos se está desentendiendo de la misión fundamental que legitima su existencia.

En este sentido es claro el posicionamiento de la actual Directiva de Defensa Nacional aprobada por el gobierno de España en 2012, que va precisamente en esta línea: “ Garantizar la seguridad de los españoles es una responsabilidad y obligación inalienable, intransferible e irrenunciable del gobierno de la nación. La política de defensa y la capacidad de las fuerzas armadas para prevenir, disuadir y responder ante acciones que pongan en peligro nuestra seguridad, conforman la columna vertebral del sistema institucional de nuestra defensa”.

Y hemos de afirmar con rotundidad que los acontecimientos que se están produciendo en Venezuela ya han superado todas las líneas rojas y el empecinamiento en ensangrentar Venezuela para la perpetuación en el poder del régimen de Maduro amenaza con provocar un enfrentamiento civil de dimensiones desconocidas en el continente americano.



España como nación está siendo agredida continuamente por el régimen de Maduro, como lo fue antes por Chávez. Si en un primer momento asistimos a la dialéctica de la confrontación sin precedentes en las relaciones entre dos estados, la expropiación de empresas españolas al margen de la ley, la amenaza a los doscientos mil españoles que viven en el país hermano, las interferencias cada vez más notorias en la vida política española, constituyen sin duda una agresión en toda regla a los intereses españoles que exigen de una respuesta conforme a lo que demanda el sentido común y nuestra Constitución.

¿Tiene los españoles en Venezuela menos derechos para ser protegidos y defendidos por el gobierno de España? ¿Debemos seguir asistiendo cómo impunemente se roban las propiedades de españoles por el simple hecho de serlo? ¿ Debemos seguir viendo como cada día los venezolanos se afanan en conseguir el visado para huir de un gobierno que amenaza su integridad. Los venezolanos se afanan en saltar este nuevo muro de Berlín que ha interpuesto entre Venezuela y la libertad, Nicolás Maduro. El régimen venezolano está utilizando a los españoles, portugueses e italianos de escudos humanos para proteger su régimen de terror y esto no se puede admitir por la comunidad internacional.

No es el momento de viajar a Venezuela a hacerse la foto en el mejor de los casos o para saldar viejas deudas del pasado. ¿Se imaginan a un expresidente de Estados Unidos viajando a Japón después de Pearl Harbor para buscar la paz?

No se trata de una cuestión política ni tiene que ver con la agenda electoral; la amenaza es cierta y real, y nuestros compatriotas esperan de nosotros no palmaditas en la espalda o declaraciones grandilocuentes en parlamentos y ayuntamientos.

Ante una situación de emergencia con un estado de excepción que faculta al gobierno a saltarse la ley y los derechos humanos para actuar ¿ Donde están los juristas universalistas que no dudaban en perseguir a extranjeros cuando eran de distinto signo político los autores? Ya estamos hartos de la doble vara de medir según quien sea el potencial criminal.

El gobierno debe prepararse para elevar el tono y enviar un claro mensaje de que no se va a permitir que Venezuela caiga en el caos y en el enfrentamiento civil. Los que detentan el poder real en Venezuela deben saber que les va a salir muy caro sostener el gobierno de Maduro. 

España como miembro del Consejo de Seguridad debe instar una declaración de condena y a favor de la democracia y la libertad y en igual sentido debería proceder en la Unión Europea. España, junto a Italia y Portugal tienen casi un millón de compatriotas en Venezuela. Lo que está aconteciendo y lo que puede llegar no es para tomárselo a broma. El gobierno debe preparar todos los instrumentos para forzar la salida de Maduro y garantizar la seguridad y la libertad del pueblo venezolano que ya habló en las urnas y quiere volver a hablar conforme a la ley para acabar con el régimen. Visto que la potencial segunda fuerza política en España está inspirada por decirlo con las palabras más suaves en el régimen de Maduro, y que el PSOE no termina de definirse, sólo nos queda que Ciudadanos y el PP adopten una clara defensa de los intereses de los españoles, pero si ni siquiera ellos lo hacen, entonces vuelvo al origen, ¿Para qué nos sirve el gobierno?

Si el gobierno es incapaz de hacer cumplir la ley dentro y fuera de nuestras fronteras, si cede ante los que atacan el derecho de propiedad, si consiente el ataque a las libertades básicas como la libertad de movimiento o la libertad religiosa, si  permite que se premie a los delincuentes y se reprima a los policías, o que un gobierno extranjero interfiera en los asuntos nacionales y amenace la vida de los españoles estén donde estén, entonces debemos dar por roto el pacto entre los ciudadanos y el estado. Cuando éste no sirve a los intereses para los que fue creado, entonces pierde la legitimidad, y esto es lo peor que puede ocurrirle a una nación. La historia pone, cada cierto tiempo, a los gobiernos democráticos ante tesituras históricas en las que deben optar entre actuar o mirar a otro lado, entre asumir su papel o renegar de él.


No son las muchas horas de trabajo, ni los intensos viajes, ni la agenda política lo que justifica el sueldo y el poder de nuestros representantes y del gobierno, sino la obligación de adoptar decisiones difíciles que a veces tienen consecuencias imprevisibles o dolorosas. Este es el precio del poder que ostentan. Hoy ya no hay otro punto más importante en la agenda política española y el gobierno ha obrado de forma correcta llevando esta cuestión al Consejo de Seguridad Nacional, porque de esto se trata, de la seguridad de los españoles.  Con rigor y de forma escalada, el gobierno debe comenzar a mover los hilos de la seguridad nacional. No quiero ni pensar que opinarían nuestros enemigos si vieran que ante esta agresión, el gobierno se cruza de brazos o se queda en las palabras. Confiemos que nuestro gobierno esté a la altura, de momento hoy ha dado un buen paso en esa línea.

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